Por Ernesto Parga Limón
Los próximos partidos que la selección mexicana de futbol jugará de local contra Costa Rica y Panamá serán a puerta cerrada, debido al castigo que la FIFA impone a la federación mexicana por el reiterado grito “homofóbico” que se da en las tribunas, la sanción va acompañada de una multa de $ 110,000 dólares.
Al leer y ver esta nota en muchos medios de comunicación que se lamentan por esta expresión “indecente” y “vergonzosa” de los aficionados mexicanos que, dicen, nos deja tan mal parados ante el mundo, me surgen más preguntas que respuestas, no encuentro análisis, sin mediar argumentos, explicaciones o razones, comentaristas y deportistas se suman solidarios a la indignación y hacen eco de lo que la FIFA demanda.
¿Cuál sería la reacción de la FIFA si el gobierno de un país le impusiera un tipo específico de balón para jugar en su territorio?, ¿qué haría si le dijeran cuáles palabras deberá erradicar de su jerga deportiva?, ¿qué le perecería que le prohibieran usar las palabras gol o fútbol porque son extranjerismos y porque su uso denigra nuestra lengua y nos hace ver como un pueblo subdesarrollado y culturalmente conquistado?
Imaginemos la reacción de la FIFA si el Papa o el Dalai Lama le exigieran que terminantemente se prohibiera a jugadores fingir faltas y de no hacerlo se expulsaría o se excomulgaría a todos los aficionados y asistentes a los partidos en donde esos eventos sucedan.
¡Patético verdad!
¿Qué hay detrás de todo este exceso ridículo e intrusivo? ¿Qué lo motiva, o quién se lo exige?
Hace años ya me pareció un despropósito pretender obligar a los jugadores a llevar la camiseta por dentro del pantaloncillo, ahora la FIFA se salta la barrera y se va tras la gradería y pretende educar a los aficionados señalando las expresiones que son válidas e indicando las que no son permitidas porque atentan contra la moral de circunstancia de los jerarcas de la FIFA.
Me pregunto; ¿cómo paga las multas la FMF, bajo qué esquema legal una asociación civil mexicana sin fines de lucro (hágame usted el favor) puede justificar un egreso por una multa de otra organización trasnacional? Explíqueme, por favor, porque yo no lo entiendo,
Pero el corazón del tema está en otro lado: ¿Es realmente homofóbico el grito?, ¿es la FIFA la indicada para señalar qué palabras se pueden usar en las tribunas, por encima de los usos y costumbres de una nación?, ¿es una organización rectora del futbol mundial, o es la Real academia mundial de los idiomas?, Quizá es la defensora de oficio de todos los porteros del mundo se sientan estos ofendidos o no.
En México, claramente, el grito no es homofóbico, todo mexicano lo sabe. Todos los días nos dirigimos y se dirigen a nosotros con ese término polisémico sin el menor atisbo de discriminación por preferencia sexual; y aun si así fuera… quién es la FIFA, por qué se atribuye esas funciones de policía mundial, de suprema iglesia censora de la moral pública.
¡Ver para creer!
Recuerdo haber visto un partido en que el portero Miguel Calero, antes de patear y escuchando el grito; eeeeh put… detenía el despeje, se volvía a la tribuna y le hacia un gesto que indicaba que no los oía para que le volvieran a gritar. Así de inofensivo es el grito, lo demás es mera hipocresía de lo políticamente correcto. La FIFA de rodillas ante los grupos de presión del lobby gay.
Habrá que dar gracias, porque aún se permite gritarle al árbitro y decirle, de su madre, la mismita palabra. Creo que la FIFA está vigilante para que la mentada no migre; de la madre al padre del árbitro, porque entonces si será homofóbica y muy grave. Lo de la madre es peccata minuta, es mera expresión inofensiva de la felicidad que produce el futbol. Además, pensará la FIFA, casi todas las madres de los árbitros tienen la rara costumbre de ser heterosexuales, así que no hay obligación de defenderlas.
Que en Catar, próxima sede del mundial de la FIFA, exista aun un sistema de contratación laboral muy parecido a la esclavitud llamado kafala, no es tema de la moral de la FIFA. Que las mujeres estén sometidas a la tutela varonil de padres y esposos; a quién le importa. Que exista el uso de la flagelación como castigo físico por faltas como tomar alcohol o por relaciones sexuales ilícitas. Seguramente la FIFA se justificará pensando que los azotes se los tienen bien merecido por andar de borrachos y facilotes.
En el colmo de la hipocresía y de la doble moral le cuento, amigo lector, que los derechos de los homosexuales son inexistentes en Catar y que se condena a 5 años de prisión a todo aquel que se le compruebe ser homosexual.
¡Pero qué bonito!, como decía un célebre cómico americano; “Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros”
Y nadie levanta la mano para protestar, todas las federaciones de futbol afiliadas a la FIFA se pliegan a las políticas de convenenciera simulación y bailan agachaditas al son del tintineo del dinero que este deporte produce, pues.. que tal si nos castigan.
No ir al mundial, eso sí sería lo peor que nos puede llegar a pasar, cualquier otra calamidad, la raza de bronce la puede sufrir con estoicismo.
ernestoparga.com 
Estimado Ernesto te felicito por éste análisis.
De verdad es injustificable la doble moral que maneja la FIFA a su pura conveniencia económica.
Gracias por el tino de la descripción convenciera del máximo árbitro futbolístico.
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Muchas gracias estimado Arturo, que alegría tenerte de nuevo por este espacio de debate y reflexión.
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Lo voy a promover porque eres líder para mi, querido amigo.
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Estimado Héctor, muchas gracias por leerme y más aún por promiver mis escritos. Saludos con afecto.
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