Por Ernesto Parga Limón
Si nos colocaran a usted y a mí, querido lector, en el extremo de tener que decidir qué acción o evento hizo posible sobrevivir a la pandemia, si nos preguntaran sobre la acción que contribuyó o ha contribuido a que la encerrona con sus pesadas restricciones nos haya resultado más llevadera, sin duda nos costaría trabajo decidir entre muchas. Aquellas que nos rescataron de la inacción o del aburrimiento, aquellas que nos salvaron la vida o aquellas que nos acercaron a los ausentes.
El impresionante despliegue científico y tecnológico que facilitó en tiempo récord la realidad de una vacunación a escala global, Netflix y sus toneladas de entretenimiento serio o superficial que disipaban en más o menos medida angustias y aburrimiento, la carne asada en el patio solo con la familia, nutriéndonos más allá de lo meramente corporal , Rappi, la versión floja de esta actividad de convivencia, Zoom con la posibilidad de seguir generando recursos a través del teletrabajo. En realidad sobrepasar a la pandemia requirió y sigue requiriendo del concurso de variadas acciones y actividades externas e internas como las que he mencionado.
Quiero, sin embargo, dejar un espacio de excepción en esta reflexión para las videollamadas y su contribución al bienestar del alma y de la salud psíquica de todos cuantos hemos estados sometidos forzadamente al confinamiento. Ya otros, en otro lugar, nos llevarán a rendir gratitud a los inventores de las vacunas, yo hoy quiero que me acompañen, a conocer una historia inspiradora sobre el científico que con sus hallazgos hizo posible la enorme y hermosa realidad de las videollamadas esas que con un simple y minúsculo clic rompiendo todas las distancias y todas las paredes, cruzan los océanos, perforan las fronteras que separan para unir a aquellos que no pueden, porque no deben, vivir alejados. Padres e hijos, esposos y amigos que se encuentran para seguir estando unidos más allá de las distancias.
Con seguridad cada uno tendrá su propia razón muy íntima y emocional para agradecer la existencia de las videollamadas entre nosotros.
Va ya la historia hecha de fe, trabajo intuición y familia.
Nasir Ahmed nació en la India, estudiante aventajado formado en la prestigiosa escuela india Bishop Cotton Boys School conocida como la «Eton del este”, emigró a USA con el fin de continuar sus estudios de posgrado en donde consigue un doctorado por la Universidad de Nuevo México.
Nasir Ahmed recién pasó del anonimato propio de un científico, que gasta sus días entre su laboratorio y las aulas, a ser una celebridad debido a que un capítulo de la muy popular serie americana This is Us, narra detalles de su vida y de sus investigaciones que sirvieron para el desarrollo de las tecnologías de transmisión de archivos de imágenes de fotos y audio, que hoy permiten las videollamadas.
Nasir Ahmed descubrió y desarrolló el algoritmo de la “trasformada de coseno discreta” que dicho en términos sencillos para que usted y yo entendamos es la tecnología más usada en la comprensión y transmisión de archivos (imágenes, audio y video) que utilizan Zoom, WhatsApp y Facetime por citar tres de las más conocidas.
La temporada 5 de This is Us se grabó en 2020 en plena pandemia resultando, entonces, muy natural incorporar a la trama la realidad que estábamos viviendo y la importancia de las videollamadas en muchos casos como el único medio de mantener la cercanía y la comunicación de una manera lo más personal posible. El resto es historia, el Dr. Nasir se vuelve tendencia y obtiene reconocimiento más allá de los círculos académicos.
La serie revela que Ahmed está casado con una argentina de nombre Esther Pariente, esto hace suponer al cineasta argentino Diego Boggio, que atrapado en la pandemia vio la serie, que quizá la pareja viviría en Argentina, con olfato de periodista investiga y encuentra viviendo en Tucumán a los esposos Nasir y Esther; los entrevista y publica su pequeño documental de apenas 12 minutos, el resto de nuevo es historia y el documento pasa de contacto en contacto por WhatsApp y rueda por el mundo.
Como una extraña paradoja en su investigación Boggio se da cuenta que no existe en Internet ningún video en donde aparezca el Dr. Nasir el mismísimo inventor de la videollamada, es decir no se podía ver fácilmente a aquel que posibilitó que ahora nos veamos a pesar de la distancia.
El documental de la entrevista a los esposos en donde se recuperan imágenes del capítulo de This is Us es, en sí mismo, una maravilla que logra retratar el camino de la intuición científica de un genio a su materialización en el algoritmo, pasando por los desafíos de la carga laboral y los desencuentros familiares que esto pudiera generar. Pero no, que ahí estaba Quelita, el apodo de Esther, para admirar a su esposo, para reconocer su genio, para ayudarle, para darle la tranquilidad de hogar que él necesitaba, en suma, para apoyarlo incondicionalmente como marca el amor cabal.
La entrevista con los esposos revela la humildad de ambos, su amor crecido, la gratitud y admiración recíproca de ambos cónyuges, una pequeña y enorme lección de amor y de vida familiar. Nasir agradece constantemente a su esposa su ayuda, comenta que cuando su investigación no recibió el apoyo financiero que se requería para llevarla a término. Comentó con su mujer: ꟷ tengo la intuición de estar ante algo grande ¿podríamos vivir tres meses sin que yo ingrese un centavo para dedicarme en cuerpo y alma a mi investigación?”, Quelita contesta, ꟷadelante, que de algún modo nos las arreglaremos”
En un momento crucial y muy íntimo de la entrevista, Quelita agradece, llena de sincera emoción, que el mundo haya conocido la contribución de su esposo porque para ella no hay nada mejor que la felicidad de su marido, a quien dice admirar por encima del mundo entero. Nasir, que en toda la entrevista habla en inglés, al escuchar a su mujer visiblemente emocionado, con una humildad que inspira y compromete, inclina la cabeza, dirige la mirada al piso y declara en perfecto español con la rotunda sencillez del hombre que aun sabiéndose superdotado, al tiempo, se reconoce pequeño, “he tenido mucha suerte en mi vida, si”
La entrevista cierra, con otro momento lleno de profundidad con la lectura que el matrimonio hace de los agradecimientos que de diversas partes del mundo le hacen llegar a ambos por su trabajo y entrega en bien de los demás.
Acá les dejo este documento de esperanza y sentido de vida, una de esas cosas que cuando llega a nuestra vida estamos impelidos a compartir, ya que esta es la quintaescencia del bien; la imposibilidad de quedárnoslo y la imperiosa e incontrolable necesidad de difundirlo:
Felicidades… Excelente información…
Atte Gracias
Armando Guajardo González
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